En la planta de Santa Isabel, Córdoba, la compañía japonesa coloca accesorios a trece versiones de la pick-up mediana para el mercado local y los países a donde se exporta.
La Nissan Frontier es una de las camionetas más jóvenes en lo que a producción nacional se refiere.
Pero además de los modelos “estándar” hay unidades que se personalizan a través del Vehicle Processing Center. Allí se colocan accesorios particulares como cobertor plástico, divisor de carga, barra decorativa, cubre alfombras, molduras de puertas y calcomanías de distintos tipos, a trece versiones de la pick-up. Al cierre del año fiscal 2022 (en marzo 2023), se personalizaron más de 11.000 unidades.
Esa accesorización se puede dar de dos formas. La primera, es que el equipo regional de diseño solicite una versión de la pick-up que incluya accesorios desde el inicio, y entonces en la fábrica Santa Isabel realizan el desarrollo de ese elemento. Este sería el caso de Nissan Frontier pro-4x, Attack y X-Gear.
Una segunda alternativa es la que Nissan ofrece a sus filiales en los mercados para imprimir su personalidad en los vehículos. Por ejemplo, Nissan Chile podría adquirir la camioneta y elegir qué accesorios colocar entre una gran variedad de opciones. De esta manera, luego de que la unidad sale de la línea de producción y aprueba todos los testeos de calidad, hace su paso por el Vehicle Processing Center (conocido también como “el centro de montaje de accesorios”) para su posterior despacho local o internacional.
Vale recordar que el proyecto de manufactura de Nissan en América del Sur involucra el Complejo Industrial de Nissan en Resende (Brasil) y la Fábrica Santa Isabel en Córdoba (Argentina) en la que la marca ha invertido más de 730 millones de dólares en el proyecto de manufactura para abastecer, además del marcado local, a Chile y Colombia con unidades que cumplen con la normativa Euro 6.